Pakariñán: El camino del amanecer
No solo se trata de una palabra kichwa y su traducción al castellano, sino que también es la presentación de una organización comunitaria que trabaja incansablemente por un futuro mejor en el sur del Ecuador.
La Red Pakariñan comenzó su camino en el 2005, con una fuerte tendencia hacia el fortalecimiento de proyectos de turismo comunitario en zonas aledañas a Cuenca, Azuay. Hoy en día, la misma necesidad que surge desde los territorios, ha hecho que la organización dedique mucha fuerza en el empoderamiento de las mujeres rurales.
Así nació uno de los proyectos actuales, Mujeres rurales, en el cual se desarrollan talleres y espacios de encuentro, que sirven para fomentar la conciencia crítica y problematizar en colectivo situaciones diarias que viven las mujeres en esas comunidades rurales.
No escribo por algo que me contaron, sino por lo que yo mismo viví y sentí. En este caso, un testimonio personal es mucho más que eso. Cuando Carla cuenta su historia, y lo que le sucede en su casa, un poco está curando su herida. A la vez, está sanando las de las otras mujeres que la rodean, y nos está enseñando a todos los presentes. Son lecciones de vida. Es un abrazo grupal que no sucede en cualquier espacio y momento, sino en el que prima el cariño por sobre todas las cosas.
En la misma ruta, el otro carril que recorre la Red Pakariñán es el del comercio justo. Allí el proyecto es MAKI, una tienda que reúne productos de más de 100 artesanas que encuentran con sus tejidos, una fuente de ingresos justa y al mismo tiempo, una oportunidad concreta de rescatar la riqueza cultural transmitida por sus antepasados.
Cada producto presente en Maki representa un hecho artístico-cultural único, cargado de emociones e historias empujadas por una milenaria sabiduría ancestral. Y su comercialización, beneficia directamente a las manos que lo parieron.
Hay en Pakariñán una misión clara. Veo en ese grupo humano una sincera voluntad de cambio. Creo que este tipo de trabajo de diversas organizaciones de base es el camino del amanecer… Generar y replicar muchos espacios colectivos que brinden las condiciones necesarias para que la dignidad humana encuentre su zona de confort y reproducción.
Larga vida a todas aquellas organizaciones y personas que trabajan diariamente por aportar su granito de arena en la regeneración de un mundo mejor. Que el amanecer nos encuentre en el mismo camino de ayer.